¿Tú conoces la envidia de la buena?

Hacia Dios, por el bien y la ciencia:

Este punto de la envidia es algo muy peculiar, desde mi punto de vista considero que la envidia es una práctica tan usual por la gran mayoría de los seres humanos, ¿Qué es lo que tiene que ver para envidiar lo que tiene cual o tal persona? ¿Por qué no alegrarse del éxito de nuestros semejantes, de nuestro vecinos,nuestros amigos,de la misma familia. Yo recuerdo que en el año de 1980 ingrese a trabajar en una fábrica de joyería de oro que llevaba el nombre de Joyas Diamands CCA ubicada en las calles de Avenida 16 se septiembre, colonia centro, primer piso, esta fábrica era dirigido por Marcos Cohen hijo de un connotado pionero de las joyerías de los portales en el zócalo, del señor Salvador Cohen, y cito esto recuerdo porque aprendí con ellos que sin distinción de clase social ellos (judíos) se apoyaban al %100 para seguir creciendo en sus negocios, así mismo, lo confirme cuando trabaje con la familia Magiacan, que eran árabes, también muy solidarios unos con otros, pero donde me tope con una realidad que hoy existe desgraciadamente muy fuerte es con nosotros los mexicanos, cuando vemos abrir un nuevo negocio cerca de nuestro domicilio y si descubrimos que los propietarios son conocidos nuestros hacemos varios comentarios negativos "No creo que pegue" "Esta zona no es para poner este negocio" "Se creen mucho porque ya tienen un negocio" etc, etc. pero por ahí surge ese comentario tan incoherente e irónico y he escuchado decir "La verdad que yo te envidio, pero tengo envidia de la buena". Realmente la envidia es negativa, habla de quien la alimenta y provoca, es un ser miserable espiritualmente hablando, no existe tal envidia de la buena, solo existe la carencia de amor hacia nuestros semejantes, por eso mismo espero que reflexionemos y modifiquemos nuestra actitud y alejemos de nosotros cualquier síntoma de envidia y deseemos fervorosamente que aunque no conozcamos a nuestros semejantes les deseemos de verdad éxito y bienestar en todo lo que emprendan. 

Receta de hoy. 

Y para quitarnos la envidia de la buena (jajaja) les dejo una receta que elimina la envidia. Haz dentro de tu casa con mucha precaución una cruz con sal de grano, rocíale alcohol del 96 y enciéndelo, y con toda mi generosidad te regalo estas palabras que son muy efectivas, que dirás en el momento de que esté encendida la cruz: 
DE LO QUE ESTÁN PIDIENDO PARA MÍ, QUE DIOS LES DE EL TRILE PORQUE EL DOBLE ES MUY POQUITO. 

La vida no empieza en la cuna, ni termina en la sepultura.

Que el Gran Poder de Dios te acompañe e ilumine tu camino, maestro Yako.