¿Qué es un medium?

Hacia Dios, por el bien y la ciencia:

Desde hace muchos años he escuchado a personas que han manifestado una actividad extraña o poco común, ya estando despiertos o dormidos y específicamente e refiero a tener manifestaciones espirituales, videncias, clarividencias, voces y sueños. Pues bien, a estas manifestaciones se les ha dado el nombre de manifestaciones paranormales, concepto muy vago, ya que voy a citar por experiencia propia y el estudio que nos da la oportunidad de dar testimonio de la existencia y de las diferentes características de las personas que tienen facultades espirituales, llámense mediums. Medium es aquel ser humano que sirve de enlace entre el espíritu y el hombre y que sus manifestaciones tienen un objetivo primordial para acercarse a determinada persona. He dicho y sigo repitiendo una y otra vez que todos los seres humanos sanos física y mentalmente tienen facultades para desarrollarse dentro de la ciencia mediunica, pero también he dicho que existimos seres humanos distinguidos con una facultad inherente a nuestras voluntades o decisiones propias, ya que si un individuo tiene la percepción de una presencia espiritual estando dentro de su hogar y solo él es el que lo percibe es única y exclusivamente porque ya hay un acercamiento del espíritu a la materia y en muchas de las ocasiones es para dar alguna orientación o consejo, para ser medium se necesita estudiar que tipos de mediums existen, hay videntes, clarividentes, auditivos, escribientes, orientadores, consejeros y curativos, La tarea para descubrir que tipo de facultad se tienen es asistir a un centro espiritista donde se le oriente y se le ayude a desarrollar su facultad para comprender y saber como actuar en consecuencia. Y siguiendo estos pasos habrán de agregarse estudios que necesita hacer el medium, como el saber porque se tiene la facultad, cual es el objetivo de tenerla, y aplicarla con responsabilidad y honestidad. Si bien sabemos los que somos maestros del espiritismo que nuestro guía principal y maestro Allan Kardec, a quienes le llama Padre de la ciencia espírita nos ha dejado un legado importantisímo que fue descubriendo y plasmando en sus libros muchos conocimientos que fueron dados por los espíritus de luz, por citar algunas de estas obras, están los libros: ¿Qué es el espiritismo, El libro de los espíritus, El libro de los medium, El evangelio según el espiritismo, El cielo y el infierno, Obras póstumas, Fundamentos del espiritismo, etc, etc. Pero hago una aclaración, un meidum nace, no se hace, y con esto quiero decir que hasta ahí el medium es un diamante en bruto, que hay que pulir a través del estudio, de la dedicación y de una vida recta, donde como máxima expresión tenga caridad y más caridad para sus semejantes. Y mi recomendación es que quien tenga alguna duda para alguna manifestación que esté viviendo, espero tengan a bien hacérmela saber para poderlos guiar y orientar en este camino.

Receta de hoy

Esta receta es una de las más bellas y puras que puedo compartirles ya que es producto de la fe, el amor y la caridad con la que se practica el espiritismo. Vamos a utilizar botellas de un litro con agua pura, las destaparemos y las pondremos en medio de un triángulo que formaremos con una cintilla dorada (se compra en las mercerías) Procederemos a abrir nuestro libro de oraciones o aquellas oraciones que practiquen cotidianamente a cada botella le vas a poner el nombre de un día de la semana, y repartirás tus peticiones: Salud, trabajo y amor. Las saturarás o bendecirás frotando tus palmas de las manos fuerte y rápidamente y al sentir el calor y la energía, dirigirás tus almas hacia todas las botellas repitiendo: Que las santísimas irradiaciones de salud y bienestar desciendan sobre estas aguas. Terminarás de hacer tus oraciones y taparás tus botellas. Cada botella la utilizarás para lo que más necesites cada día de la semana.
Recuerda, sin fe no hay esperanza, y sin esperanza no hay caridad.

La vida no empieza en la cuna, ni termina en la sepultura.

Que el Gran Poder de Dios te acompañe e ilumine tu camino, maestro Yako.