La meditación, ¿privilegio de unos cuantos?

Hacia Dios, por el bien y la ciencia:

A través del estudio y la dedicación a la vida espiritual considero que la meditación debería de ser un privilegio de todos, sí, de todos, para aquellos que se cuestionan de su propia existencia, de saber para que viven, es decir, cual es su misión en esta vida. Así como la oración que siempre lo diré, no necesita de formas ni de poses, solo de una actitud humilde y perseverante, de igual manera la meditación se debe de practicar sin formas específicas, solo convencidos de encontrarse a sí mismos. pero ante que nada debes de saber que es meditar, y meditar no es poner tu mente en blanco (error garrafal) ya que no existe ningún ser humano que estando consciente pueda poner su mente en blanco, la meditación es analizar y descifrar lo que nos está ocurriendo, lo que no hemos podido comprender y encontrar la forma de actuar para solucionar o mejorar en cualquier situación que nos acontezca, entonces te manifiesto que debes de meditar el porque estas aquí, cual es tu proyecto de vida y hacia donde van tus acciones, meditar te hace reflexionar y ser mejor persona si lo haces con honestidad y humildad, meditar te hace ser prudente y actuar siempre en congruencia de tu vida. Por eso mismo te recomiendo medites en aquello que más te duele, en lo que no has podido alcanzar, en aquello que sientes a veces tan lejano pero siempre siendo honesto contigo mismo, sin buscar culpables y aplicando la honestidad en cada meditación y reflexión, seguramente encontrarás una energía superior a la que hoy tienes y por consecuencia una mejor vida para ti. 

Receta de hoy

Te dejo una receta para que medites. Trata de hacerlo a las 3 de la mañana, buscando mas que otra cosa paz y tranquilidad en el momento que lo haces, siéntate y frente a ti pon un vaso con agua e inicia tu meditación, al terminar toma esa agua y sentirás una satisfacción espiritual y una calma física muy importante. Acuérdate siempre de estas palabras, te las dejo como un regalo: Piensa, habla y actúa de la misma forma, solo así serás auténtico. 

La vida no empieza en la cuna, ni termina en la sepultura.

Que el Gran Poder de Dios te acompañe e ilumine tu camino, maestro Yako.